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Hace un tiempo os contamos los 7 errores que no debes cometer al comprar un vehículo de segunda mano, pero cuando se trata de motocicletas, hay unos cuantos matices que debes tener en cuenta.

Es cierto que el mercado de compraventa de motos es muy grande, lo que lo convierte a los vehículos de segunda mano en una muy buena opción para ahorrar dinero. Las motos “de fábrica” suelen tener un precio mucho más elevado, sufren una depreciación enorme y no puedes encontrar una gran variedad de marcas y modelos como ocurre con las de segunda mano.

Sin embargo, al realizar este tipo de transacciones, es importante realizar una buena investigación para asegurarse de que se está comprando un vehículo en buen estado y que no tendrá problemas mecánicos a corto plazo.

Consejos generales para comprar una moto de segunda mano

Historial de la moto: Pregúntale al propietario actual sobre el historial de la moto, como el número de propietarios anteriores, si ha sufrido algún accidente o si ha tenido algún problema mecánico importante en el pasado.

Kilometraje: Comprueba el kilometraje de la moto y asegúrate de que se corresponda con el año de fabricación. Una moto con un kilometraje muy bajo puede parecer atractiva, pero también puede ser una señal de que la moto no ha sido utilizada regularmente o que se haya trucado el cuentakilometros.

Fecha de matriculación: los expertos consideran que la vida útil de una moto oscila entre 12 y 15 años y que puede llegar a recorrer unos 100.000 kilómetros. A partir de ahí, todo va en picado por lo que estudia bien el tipo de uso que le vas a dar y los años que pretendes estar con ella.

Inspección mecánica: Es importante que la moto sea inspeccionada por un mecánico especializado antes de realizar la compra. El mecánico puede examinar en profundidad el estado de la moto y te dará una idea clara sobre la situación.

Homologaciones: Asegúrate de que, si la moto tiene accesorios, estos están homologados y no son susceptibles a sanciones: espejos retrovisores, intermitentes, porta matriculas, tubo de escape…

Papeles: confirma que la moto tenga todos los papeles necesarios en regla, como la documentación y las facturas de mantenimiento. También verifica si la moto tiene alguna deuda pendiente, como multas o impuestos atrasados u ordenes de embargo.

Estado general de la moto: Inspecciona el estado general de la moto, prestando atención a los neumáticos, frenos, cadena y otras partes importantes. Si la moto ha sufrido algún daño estético, como rasguños o abolladuras, asegúrate de que el precio se ajuste en consecuencia.

Prueba de conducción: Antes de comprar la moto, pide al vendedor una prueba de conducción para asegurarte de que te sientes cómodo con ella y, sobre todo, que funciona correctamente. Prueba las distintas marchas y verifica que el frenado y la aceleración sean suaves.

Trucos para averiguar el trato que ha sufrido una moto

Revisa el estado del basculante, si es posible, sube la moto en un caballete y gira la rueda para ver si hay holguras.

Verifica el estado de retrovisores, contrapesos y manetas ya que son las partes de la moto más expuestas en las caídas. Aunque han podido ser reemplazadas, no está de más comprobar su estado.

Los estribos y los avisadores son los testigos del tipo de conducción que ha sufrido la moto, si están rascados, digamos que el dueño a conducido “deportivamente” o puede haberse caído. Lo mismo ocurre con los neumáticos, si los flancos están más gastados que la banda central nos advierte sobre los niveles de inclinación a la hora de conducir.

Fíjate que plásticos y tapas encajen bien entre sí, si ha habido caída, normalmente se descuadran. Los bajos también son un buen indicativo del cuidado que ha tenido el dueño a la hora de bajar bordillos, por ejemplo. Agáchate y revisa escape y colectores, así como el estado de la quilla, si tiene.

Por último, pasa el dedo por los discos de freno para comprobar que la superficie esté plana y sin surcos y verificar el estado de las llantas en busca de algún golpe.

 

En resumen, antes de comprar una moto de segunda mano, asegúrate de hacer una investigación exhaustiva sobre su historial, hacer una inspección mecánica, verificar los papeles y hacer una prueba de conducción. Si tienes dudas o inquietudes, no dudes en pedir la ayuda de un experto.